Muchos autores han intentado catalogar esta novela publicada en 1990: ciencia ficción feminista, fantasía postmoderna, novela anti-utópica… Sin embargo, Temblor no atiende a una clasificación estricta, no permite que la encasillemos en un compartimento estanco. La novela traza el desarrollo de la joven Agua Fría, en un mundo totalmente diferente al nuestro, donde vivirá una gran variedad de experiencias formativas.
La protagonista, que habita una realidad fantástica y futura, ha de formarse como sacerdotisa del Culto de Cristal. Durante el desarrollo de la novela, veremos como la joven se transforma, y como su visión de la vida, la religión, la muerte… se hace diferente, y lucha por ser libre y madurar.
En un mundo decadente y errático, Agua Fría seguirá su intuición para buscar su destino y luchar para combatir la herida de muerte que desangra a su mundo. Si quiere evitar su desaparición, tiene que luchar por conocer y encontrar su origen.
Lo fabuloso y lo mágico se unen en esta obra de anticipación que nos deja una incógnita que la misma autora planteó: ¿Qué pasaría si un mundo existiera sólo si alguien lo piensa? La respuesta, en sus líneas.
Vuelo sin motor 